Todo lo que escribimos, todo lo que expresamos: La Caja
CUERPOS
(fragmentos)
Destellos trazan las sombras y en la oscuridad su enfermedad deslíe el paisaje donde el tacto a tientas deforma los cuerpos; destellos, se trazan los cauces que los sumergen en esa luz, siempre frágil, fugitiva.
***
En sombras se disuelve la luz, su encuentro con las siluetas que vuelven al suelo legando entre ellas y el barro, soledad; en sombras deshacen su viraje a la pura oscuridad del vacío.
***
Mostrarán sus juegos esas sombras sobre un rostro que se asoma asemejándose a la noche; su rotundo cielo, dibujando solo una espera que se inclina a la llanura; una mujer atenta en el reflejo y bajo sus ojos, las sombras que juegan a hendir el trazo de una lágrima que no es aún, que no urdirá su llanto en esta noche; jugará también a atravesarse sonriente en la memoria, en las visiones de una piel conteniendo allá la soledad, la holgura de sombras que circulan imitando el recorrido débil de la noche. Develará el azar un rostro que es mirada, que es penumbra.
AUTOR
ANDRES BUSTAMANTE
Mantra VIII
Mil obeliscos se han hundido en tus aguas mediterráneas,
¡oh, prostituta de Sodoma!
Diez mil libros han mentido sobre tu proceder, mientras sales airosa, llevando por único atuendo tu sonrisa,
¡oh, prostituta de Sodoma!
La vanidosa Astarté, ataviada de estrellas, envidió tu desnudez,
¡oh prostituta de Sodoma!
Y los trirremes de la orgullosa Corinto naufragaron por el furioso soplo de tu aroma a canela y almizcle,
¡oh, prostituta de Sodoma!
Mientras las pirámides envidian tu forma de dunas suaves y ardorosas,
¡oh, prostituta de Sodoma!
Cien mil guerreros lloran como niños, recordando el cobijo de tu pecho,
¡oh, prostituta de Sodoma!
Y millones de anhelos se abaten como granizo en el alma de este, que te añora con fervor y fiebre,
oh, prostituta de Sodoma... oh, prostituta de Sodoma.
Mantra XVIII
Tras los tallos rotos de los girasoles,
pacen bestias despreocupadas de los hombres,
descansan las carretas su fatigada vejez,
y susurran los vientos canciones de amor;
tras los tallos rotos de los girasoles.
Germinan flores entre los pastizales marchitos,
reptan los insectos ebrios de humus, con ardor,
mientras pendulan cornejas sobre los alambrados negros;
tras los tallos rotos de los girasoles.
Se acarician las retamas encorvándose para abrazarse,
y corren dos riachuelos murmurando una despedida,
que se hace eterna en la tarde que se desdibuja ahora,
tras los tallos rotos de los girasoles.
Se desploma el Sol cansado de esperar a la Luna,
mientras las risas de las estrellas iluminan la oscuridad,
arrullando a las negras cornejas, los insectos marrones y los rucios bueyes,tras los tallos rotos de los girasoles.
AUTOR
DANIEL RODRIGUEZ LOAIZA
OJOS MALTRECHOS
Yo nací con los ojos desnudos
los párpados abiertos,
la balada inexplicable...
Yo crecí con los ojos rodeados
de cristales...
los parpados pequeños
y el silencio a flor de piel.
Me formé tímido
después de la audacia...
permanecí solo, después del amor...
fui virgen después de la lujuria.
Involucioné en el tiempo
después de los años;
intenté ocultarlo…
pero fracasé.
Fui poeta:
leí las hojas de los árboles,
escribí con sangre...
lloré todo un rio...
AUTOR
ANDREW GIL
De besar (Parte A)
Besar tus ojos insistentes de pasión
confiere suerte en las manos de azar;
que beses mis ojos redondos
completa la mano ganadora.
Besar tus suaves y carnosos labios
concede los primeros indicios de calor sexual;
que beses mis labios inquietos
atiza las llamas que están creciendo.
Besar tu cuello de minúsculos pliegues
agracia al porqué de mis vagabundos labios;
que beses mi cuello palpitante
ordena los pasos que tengo en la mente.
Besar tus hombros cargados de sensualidad
entrega objetivos de largo alcance;
que beses mis hombros embusteros
acorta los tiempos entre las fases discontinuas.
De besar (Parte B)
Besar tu pecho de morenas cumbres visuales
regala siniestras sensaciones a mi boca;
que beses mi pecho sediento
completa tu lado oscuro no siempre visto.
Besar tu abdomen de frágil textura
bendice las necesidades del mundo paralelo;
que beses mi abdomen ondulado
causa la envidia del espectador promedio.
Besar tu espalda de color soñado
enaltece el estatus quo de tus sonrisas a flor de piel;
que beses la estepa entera de mi espalda
completa la armonía de las conjuntas palabras.
Besar tu sexo llamativo e impaciente
persuade al comensal más hambriento;
que beses mi sexo sensible
abre los mares que el vientre siente.
AUTOR
JULIAN ANDRES OSORIO
NACÍ PARA MATAR
La poesía se encuentra en la oscuridad de una mirada,
en la frente de un joven,
en Esopo,
en el pensamiento de Mary Shelley,
en Dulcinea desencantada….
Sé que la poesía es un puñado de visiones
y que es ilegal, ya sabes,
no es bueno estar expresando siempre la verdad por ahí,
ni fingir, ni coquetear, ni insultar…
Hay quienes mueren con palabras;
versos que se estrellan como piedras
en el corazón de los vagabundos, de los niños,
y de nadie más,
prometo ser más prudente con las mejores personas del mundo.
Nadie es tan bueno
como para no sentir el instinto asesino,
pero hay letras malas, malas…
Nací para matar,
Nací poeta.
POETA MALDITO
Un poeta maldito no lo es sólo porque dice que el amor no existe,
que odia al gobierno, a la sociedad, la vida…
o porque sus versos están llenos de sangre
y hablan siempre de la embriaguez, de la locura…
Un poeta maldito también lo es porque anhela escribir
y no puede,
quizás porque se le olvidó,
o se cree poeta y no lo es,
o escribe nauseabundamente,
o perdió sus brazos en la guerra…
Yo, por ejemplo, sumida en un rincón de mi cuarto
espero que todo se solucione mientras fumo,
abandono el papel y el lápiz, no puedo escribir.
Si alguna vez fui poeta… si alguna vez lo fuera…
AUTOR
Paty David (Ángela Patricia David)
Ilustración:Virginia Capricho
ESCUCHANDO EN UN BAR A ADRIANA VARELA
El perfume ronco de su canto
en medio del shock de copas
y la sensación de que la poesía se desliza
por las cuerdas de su voz
como un ninja asesino.
Si yo fuera capaz de dar un alarido
en medio del estrépito de las conversaciones,
de la altisonancia de las gangosas voces alcoholizadas
gritaría: ¡Basta ya cacatúas, escuchen a Adriana Varela,
ella sí que tiene algo importante que decir!
Pero como sostenía *Claudio Rodríguez
uno no es poeta todo el tiempo,
y es bueno que así sea.
Lo que soy yo,
al menos por hoy,
me conformo con ser un parroquiano más
que se toma sus tragos
y chacharea con sus amigos
pasando olímpicamente de Adriana Varela.
Pi Pi ( π π )
(Políticamente incorrecto por partido doble)
Por Raúl Jaime Gaviria
Bastaron
tres cervezas
+ sus infinitos decimales
para que a la hora
de hacer π π
contra la fachada
de la sede del Partido X
que antaño sirviera de sede del Partido Y
sintiera un enorme gusto
y un intenso deseo
de que mi chorro tan finito
durase
un infinito
... o dos.
V
Cuando el caminante ha extraviado el camino,
sus pasos lo definen en la búsqueda,
aunque su búsqueda
implique perderse,
o quedarse dormido en las zanjas del camino.
A Samuel Machado. 2008
Abre paso a las delgadas golondrinas,
Báñate en jazmines
Cúbrete de cielo
Que llego el invierno.
Un invierno que se desangra con cada lágrima santa que cae al suelo.
Los ríos se llenan de espuma,
Las mariposas de los cuentos de amor se estremecen,
Y sólo queda el silencioso bullicio de las gotas,
Quebrando en las ventanas y en los techos de las casas vecinas.
El amor se derrite con el agua,
El amor no es una azucena que crece con la lluvia,
El amor es un pedacito de cielo roto que cae sobre nuestras cabezas
Haciéndonos sentir cada vez más tristes y solos.
Pequeño mío,Duerme,
Sueña con amarillos, verdes,
Con los azules del cielo in-tempestuoso
Observa las mariposas del amor volar a tu lado,
Yo soy viejo para el amor
Aquellas mariposas, hoy mueren desangradas,
Des-aladas, ya no vuelan
No revolotean desenfrenadas en el vientre.
A ti, pequeño, te dejo a la que amé,
Cuida de sus noches, se su príncipe y en tu corcel corre a su rescate.
Yo seré como el solitario,
Un viejo cansado de haber amado,
Un viejo enamorado de la vida y nada más.
LAS NUBES
¿Eternas? indescifrables esclavas del viento, Pasan como la novia del solitario las magnas hijas de Láquesis, los ojos del pobre Zaratustra las sueña en la espantosa eternidad del minuto, mas es preferible encontrar en ellas el refugio del amor, que entregar a la constancia lo poco que nos queda.
Las hijas de la parca, revolotean formando figuras que serán cortadas por las tijeras de Átropo, durando así el tiempo que le es preciso al solitario para soñarlas, desnudarlas, abrazarlas… y luego la melancolía, al ver la nubecilla esfumarse y con ella el amor del solitario salir por una estúpida ventana abierta.
Nubes, soñadas por un soñador que se desvanece, hijas de la muerte, esclavas del tiempo, del segundo, de la fracción. Amadas por los ojos destellantes de radiantes soles amarillos.
AUTOR
David Machado Jaramillo
Solo llueve
y el tejado suena
como una canción
interminable
sin gatos, sin perros
con nadie
abrigados en lluvia
es todo lo que tenemos hoy.
Se me caen los días de las manos.
Las horas sobrepasan mi tiempo y mis medidas se agotan en la infinitud;muchos tienen partidos, otros enteros, unos juegan y otros solo están pasando como balones por el aire.
Dónde esta mi brisa que ya no hay ventana,
dónde queda la loma para tirar los desechos de ayer.
Cae la noche y sus estrellas se repliegan en el firmamento para dar la ilusión que cualquiera pudiera ser yo.
Qué significa habitar la corporalidad
qué ha pasado
si la eternidad en el tiempo
es un segundo
Me consumo como humo
la ceniza es una forma ya difuminada
un cuerpo de humo compactado
que se va en el viento
El viento
ese segundo de eternidad.
Muchas veces nos vestimos de papel cubriendo el cuerpo, para escribir sobre él, rasgarlo y tener la sensación de borrarlo, morimos deletreados, para renacer pronunciados.
Podemos hacer con las palabras un escándalo poético de la vida, ser voyeristas del gozo en los rostros, saciando perversiones mentales, representadas en sonrisas, no sabemos lo que está en la mente de los ojos que miran así estamos en constante peligro,ya sea de morir un poco ya sea de vivir menos.
AUTOR
ANGELICA BAZURTO
J-AULA
En este cuarto de paredes límpidas y blancas,
los extraños sonríen, sus voces gruñen,
se escuchan mientras la noche pasa y
el viento afuera es estrechado por la tabla grisácea
que en su vaivén de puerta deja pasar respiros.
Ya no reconozco mi voz en este pequeño salón blanco,
las voces se unen para distraerme,los ojos miran hacia el frente, mientras el tiempo padece detrás de los muros
acechado por los pájaros sin silbido y las sombras escondidas.
El aire gélido se agota sin la caricia del aliento.
Y es este salón tan parecido a cuartuchos para locos,
donde los extraños se miran cómplices de nada, los muros se alzan en amenaza inerme, aislado el pájaro, la piedra, el cielo, aislados en un mundo de artimaña,sin delirio, sin amor, no queda más que pensar la fuga, mientras el cielo se derrama por los bordes de las ventanas,afuera la oscura noche pasan a tientas, esperando a ser vivida.
CARTESIANA
Hay un laberinto en mi oído que no logro atravesar,
no encuentro el punto de equilibrio y un ruido
quiere reventar el tímpano.
Me han dicho que estoy ciega, pero sólo
estoy obsesionada con las sombras, las miradas
Sin interpretación, los extraños que no puedo
reconocer.
Mi voz se ha bifurcado, el eco revelado es ahora otra voz,
creerán que estoy loca y lo confieso parecemos dos,
en ocasiones ella es un contundente grito.
Mis manos se han vuelto torpes y no diferencian una línea
de una letra, delatando sólo coherencia en lo que no escribo,
mi ombligo se ha ido desubicando hasta perder la mitad,
ya no sé dónde empiezan mis caderas, mis muslos o mis
Hombros, mi cuerpo desplazado y perdido.
Hace tanto tiempo dejé de reconocerme.
AUTOR
Isabel Cristina Bustamante
SU ORFEBRE SECRETO
encender los fuegos
y apostar la vida
al imprevisible ritual de las llamas
sólo así,
sólo Entonces,
el arcaico sortilegio
podrá por fin
craquelar lo conocido
y esculpir
INTERÉS COMPUESTO
placebos en cada uña
y una que otra picazón
en la espalda
en esa coordenada improbable
donde sólo una mano prestada
es capaz de devolver la calma
TEMPESTIVO
los silencios
color cielo
son los peores
se sientan durante largas horas
y conversan entre ellos
haciendo tantas señas
y riendo tan acaloradamente
que dan ganas de acercarse
para saber cuáles son
las
palabras
que tanto los conmueven
AUTOR
Sergio Guardo
SABOR
Concentrada en la lectura,
saboreando palabras
deleite de aromas,
trae la mañana:
suave, sutil, fresca.
Ondinas cantan, juguetean...
¡De repente, armonía desgarrada!
irrumpiendo en el silencio
¿quién con prisa viene allá?
Una señora guanábana,
quiere irse a la quebrada,
muy feliz baja la loma
más veloz que una saeta!
Me abalanzo sobre ella,
se abre entera:
¡qué blancura,
qué delicia éste olor a primavera!
de naturaleza vida,
de dulce comida.
¡La devoro,
me refresca,
me nutre,
me alimenta,
hace de mí una fiesta
y me deja su sabor todo el día
igual que lo hacen las letras!
ERMITAÑO
Junto al estrecho del río
encontré al ermitaño
que habita en el Pacandé:
el cerro más alto
del Huila y Tolima.
Entre la flora y su huerto
vive la vida de Santo.
Me estremeció su presencia
como Jesús caminaba
ceremonioso y sereno:
inspiraba reverencia,
interiorización y respeto.
Al encontrarnos los ojos,
me dijo:
-Que la Paz sea contigo-
Dulce voz, mirada pura,
hombre recto, ejemplo...
mi Ser iluminado
contuvo el aliento.
En un sitio
que es como un templo:
el Magdalena corre lento,
silencioso;
en su ribera
inspiración Divina
hubo en aquel momento.
AUTOR
Ada Osorio
Tengo una tristeza de pluma suelta
de ala rota, de agua empozada
de palabra en la fonética de una lora
Me voy en mis prosas
como el pájaro en sus alas
y ellas en él.
Abraza el musgo los tallos de los árboles.
Camino el sendero vívido que atraviesa el bosque.
¡De súbito! Surge lo oculto del paisaje, saturado de vida, fisurado de ser, universos velados al hombre que apenas, cobarde atisba con la suela que lo pisa.
.¿Y si sólo tuviera esta palabra para decirte?
¿Qué palabra he de decir? palabra
Infinitivos, mutismos
Quizá aquel vocablo que parece murmurar el aire tajado por las ramas.
¿Que se dicen los arboles inteligible, mientras los moja la lluvia?
¿Sentirá su soledad, de errar, el viento?
¿Para cual cosa será luz, aquella que ilumina también un poco para mí?
AUTOR
Camilo Saldarriaga
A LA VECINA DE LOTERO (UN POETA)
a Astrid Valencia
Hoy... cansado de los días
salí a caminar la mañana
al intervalo interpuso
o fluctuó lánguido
un desayuno añorado
un perico... dos buñuelos alargados
Asentí el “a la orden”
con un suave “por favor”
dejé mi último cigarrillo
al borde del callejón
sonríole el estribillo
con algo de emoción
tienda para las voces idas
esa fue la comunión
pisadas a la calle
la ciudad cruzar en una hora
para saludar la quieta bola
que espera que la empuje elegante
para responderme con sus girasoles
Cíclicos bribones no acatan
la número diez en los rincones
la diez inmortal que trasnochada estaba
se le dejó descansar en la ventana
en la ventana digo de las expectaciones
trasnochada expectante en las ventanas
y yo... triturado de nostalgias
busqué otro amor como de falda
el Obelisco fue testigo de esa falta
Mujer sudorosa pasa ávida de desquites
de los forzados encierros que antaño depositara
la moda de los días y de las precauciones
Feliz rodaba en la mañana
atisbando de vez en vez
la diez en mi ventana
Mi ventana sonreía a la distancia
cerca mi ventana era triste
copla de maíz y charca
andrajo de las desilusiones
amparo de los sufrientes solidarios
(y paso a la segunda aunque no soy chalchalero)
Reverdeció ese amarillo lejano inaccesible
murmurome otro color ya sin escala
la mujer rica en ademanes
Sotica diría yo o Valencita
cruzaba redonda en su bicicleta perfumada
Veloza diría yo y rica en ademanes
La primera vez la vi pararse
del sillín a la vecina de Lotero
como un cubil llenando los remeros
la segunda vez mi agriedad
le hizo temblar su cuello
pero atisbé también
su velo negro su vello negro
a la tercera vuelta al estadio
Andrés Escobar se desconcentró
pensé a punto de mundiales
¡A! ¡E! huyó las iniciales
a la pasarela de la calle
Morena al sol y nacarada a la sombra
y blanco pensé
desilusionarán la diez en mi ventana
Conté las hebillas de su paso
raudas amapolas del hachazo
sin titubear sus bienes crasos
Morfeo para los enconos
ya en la noche
soñé profuso sueño
que ella la desconocida
y distante
la querida que andaba
tras sus pasos
se iba para los Estados Unidos
sin modular ni un solo trazo.
AUTOR
Jorge Mejía
¿QUÉ ES LA POESÍA?
No sé si la poesía sea el árbol creciendo desde la tierra con ese preciso erotismo
Para verlo luego con sus ramas queriendo apuñalar la frágil cáscara del cielo
O si la poesía reside en lo gelatinoso de mis ojos como un fugaz acceso de divinidad
Y el mundo sólo es polvo, sombras y charcos de luz al que algunas veces llamo árbol
O si no es ni el árbol ni yo, sino un dios moribundo tejiendo un árbol que tiembla, y ese temblor sea la poesía.
SPOONMAN
A la memoria de Camilo Quintero
Imagino que la muerte llegó en puntas de pie porque le daba asco el ardor del suelo.
Sé que te acarició con la determinación de quien riega una planta de plástico.
Sé que le sonreíste y le dijiste algún chiste tonto que no entendió.
Y apostaría que tu risa no fue inmune a lo ridículo que supone morirse, cuando se vive sin importar demasiado
Viejo, yo sé que alguna vez te juré que dios es un burócrata aburrido, sentado en su oficina con manchas de comida en su ropa
Que los ángeles leen a Chopra y juegan a escupirnos cuando dejamos las ventanas abiertas
Que el diablo es un man bien, que se encierra a escuchar a Julio Jaramillo cuando tiene un mal día en la oficina.
Que la Virgen María se depila las cejas antes de aparecerse en una mancha.
Que el sol es un tipo gordo y feo, que le gusta restregar su barriga en el cielo.
Que ibas a necesitar dos monedas para el barquero.
AUTOR
Sebastián Tobón
RAMPA
Grita la casa bajo la onda,
Catarata recomponiendo nuestro dolor.
Tucán de Mayo picotea las mejillas,
Jala la cabeza en raros ángulos,
Vencido el rostro por el animal trazado,
Sonrisa abyecta pegada a la pared.
Diablillos acróbatas tocan la puerta,
Se abre la pista de la rampa disipada.
Risa extremista que la vida brota,
Los músculos constreñidos
Apuran su fuga por el culo,
La vida grita con exceso
Mientras la esfinge sonámbula
Levanta su sueño aplastado
Con la esperanza puesta
En un contundente espasmo;
-Sorprende no ver al hombre
En el lugar del animal colgado-.
Piedad del insecto que explota en el ambiente,
No fracasa su grito,
Sin Historia su lengua sin boca,
Exilio de sus órganos;
Temblor de tierra el hecho común.
Sismo rayando sesos. Piojo cruel
En la punta del cuerpo llama al veneno:
Tú no matas al hambriento forastero.
Tú, contra la mutilación del grito,
Tú, el dolor que alivia nuestra espalda,
Tú, prótesis de mi vuelo,
Caída al orificio negro
Por donde todo el cuerpo escapa.
LIBERTICIDA
Carne coagulando un sufrimiento común
Que se hunde en el nervio de mi caos.
Aúllan las escamas en las fosas
Llevando el grito a mi boca
Como una arteria cortada escapando
Por la cabeza deshuesada.
Grito de paz cayendo por los ojos
De las bestias moribundas,
Fugitiva piedad peregrina
Por los hilos de un temblor,
Mil hemorragias por segundo
Nuestra querida cadena montañosa.
Córtame las venas con prisa calma,
Gima ronca la hierba imponiendo tu rodeo.
Giramos en un viscoso reino.
AUTOR
JUAN DAVID LÓPEZ
Todo está aquí:
Mis vacíos y mis miedos, mis alegrías
y esas chispas inalcanzables,
como mariposas azules que viajan
en un remolino atemporal.
El hecho de no saber qué escribir,
de no saber cómo romper este
maldito silencio que más parece
un barullo en la calle gay.
Tal sí fuera una noche loca
al final de la marcha.
Unos gritos dolorosos que salen
de mis cavernas,
como los guácharos de mis adentros
que se vuelven sombra,
que se cubren del quejido del agua,
que transita por mis cuevas y
mis fístulas verdes.
Una oleada interminable de noches frías,
de esas poco estrelladas,
que nos recuerdan los miedos,
los eclipses de Río Vivo.
Abraza mis alaridos..
deja que canten y sean libres
en tu parcela,
suelta los perros y déjalos
que se coman las entrañas.
AUTOR
LUIS FERNANDO GIL
OTRO CUENTO
Esto es otro cuento: no miedos, no sexo, no normas, no anclas; con brújula fija hacia un norte en calma.
Somos los viajeros del espacio. Libres,
en almas sin cuerpo, soñando despiertos al compás del tiempo, que inclemente avanza.
Desnudar el alma,
desnudar el cuerpo,
lanzarlos al viento, a la mar, al alba; sin
Pudor ficticio,
sin dogmas impuestos y, con .ardientes versos y
modernas rimas,
entre " los desnudos", vestir la palabra.
Ayer Eterno
Me fundi en el tiempo, Desanduve el camino de un ayer eterno.
Vereda escondida entre los naranjos.
Sangre en la quebrada; mulas somnolientas con
Macabra carga sangrando el camino.
El cesto con arepas
en un garabato colgado en el guamo, balanceando el miedo.
Mi viejo y vecinos
cual gamos heridos;
ojos aguzados, tensos los latidos
saltando las piedras del río crecido.
Y nosotros, los niños de entonces
Con barrigas llenas de hambre y lombrices, a la media noche,
entre los sidrales
temblando de frio.
La mamá Rosario
en tenues gemidos
rogando: por Dios niños! Shiiito, agazapaditos, se vino la chusma, llegan los bandidos.!
No se por qué ahora desde el centro mismo del urbano ruido; con el pecho henchido del ayer eterno, rememoro aquello
de la infancia ida,
me fundo en el tiempo, desando el camino, regreso al olvido.
AUTOR
MARGARITA MORENO
MILAGRO EN MEDELLÍN
Es Medellín señores.
Cae agua a borbotones sobre el asfalto, las oficinas, y los carros fantasmales.
¡Viaja el trueno a lo alto entre la pista nublada!
En las orillas los vendedores ambulantes hacen coro.
Las ambulancias dominan el tráfico y
las sombrillas danzan entre los árboles que aplauden a los colores.
Yo no soy un árbol.
Yo soy un animal (La especie más cochina de todas)
La que no entiende la podredumbre que llevamos en el pensamiento.
Yo soy la especie de antaño, la de Krishna, la de Moisés, la de buda, la del gran tronco.
El universo entero está en mí, y yo en él; hacemos uno sólo y nos dividimos.
Nos peleamos en la hoguera, y nos apaciguamos entre agua de montaña.
¡Cualquiera puede refrescarse entre los mismo!
Llueve en la tarde señores, sí, llueve en la tarde.
Y desde mi balcón veo la montaña verde alejarse de las rejas. En vez de bueyes y campos, sólo coches y carreteras;
Y un telón gris de fondo.
¡Debe ser el clima lúgubre de los años!
Bajo este manto húmedo de bendiciones canta la celulosa un himno verde.
los cultivos crecen y los animales contemplan la subsistencia.
Y yo sigo aquí con mi cabello ondulado alabando la tarde, disparando fonemas con mi máquina de escribir a dos mininos que duermen el sueño de la selva. ¡La tremenda Luna me dejó su regalo!
Y me pregunto:
¿Qué hace un hombre después de Cristo
contemplando
aún
el horizonte?
Y pasa un niño con una maceta de
tierra amarilla
pincelando la calle.
Y me digo:
¿Cuándo es que pensás escribir enserio?
Y lo digo en tono tranquilo para no angustiarme.
¡Yo que todo lo dejo! ¡Yo que nada hago!
Me siento en el sofá y me abrigo entre los gatos.
Suena el teléfono una y otra vez
(no contesto porque es para un trabajo).
Y este día,
bajo el sonido tenue de la lluvia primitiva, no hago nada… Nada.
Y me duermo tranquilo ronroneando la tarde.
AUTOR
DIEGO ALEXANDER GOMEZ
DIA SEIS
Algunas bestias en la calle
¡Mirad!...
Cuanta aconciencia
Pero digamos que algo es positivo
El canto de los pájaros sobre las cortina limpia
El agrario silencio resbalando en las fachadas nocturnas
La fantasmagórica quietud en las cuitas de una moda
Sus sonrisas a medio llenar el vaso
Sus miedos desbordándolo
Su vaivén de celda
Sus exiliadas miradas de una órbita totalmente hambrienta
Sus duelos hipócritas
Sus homenajes hipócritas
Sus desaliñadas cabelleras
Aislados
Heridos
Torturados
Fatigados por sí mismos
en la descomposición de sus afanes
Envenenados por finalidades tendenciosas
Colgados de sus balcones como estrellas
titilantes y enfermas
¡Mirad!
Algunas bestias en la calle
Cuanta aconsciencia
Pero
digamos que algo es positivo
La presentación ante sus hijos
A sus damas la prestación de servicios
sexuando hoyos para llenar sus vacíos
Especulando doctrinas
Infidelidad de sus rutinas
Pesadez en sus retinas
Chasis anclado en la poltrona
mirando y oyendo sus morfinas
Cuanta aconsciencia
Algunas bestias en la calle
¡Mirad!
Pero...
Presumamos lo positivo
Sus fortuitas bocas ante el cadalso
Sus miradas furtivas ante la mesa
¿Solidaridad?
Pues
Supongamos algo positivo
Café
Bar
Biblioteca
El horizonte totalmente cerrado
¿A donde ir para huir?
¿Acaso la libertad es libertad?
¡Mirad!
Bestias en la calle
Cuanta inconciencia
QUE VENGA LA MUERTE Y NOS COJA BARRIENDO
Emanaba espontaneidad por su rostro
Su belleza
Brillaba sin los amargos revoques de la apariencia
Sobre su coronilla el frondoso lecho de la aurora
izaba bifurcaciones caóticas
Su vaho de dragón enamorado
caminaba en la cornisa de mis sentidos
Y en las cuevas de su mirada
Protuberantes diamantes amarillos
significaron el verdadero precio de un despertar
ocioso y lento
Sus buenos días descendían enmis cuitas
con la claridad de un coro gregoriano
adentrándose a la aldaba donde yacía
dormida la bestia de la erección
Sus dardos atinaron la diana de mi boca
y jugamos a la selva
en un ascenso de lianas buscando el sol
En nuestras entrepiernas
Hendido en su areola como bestia
que errante encuentra el pozo de la salvación
Y allí
En su abdominal pradera
Una asmldeica danza rivalizaron
Mi mirada
Mis dedos
Mis besos
Mi lengua
¡Dulce y fálica hecatombe!
AUTOR
Alejandro Marín
ÉBANO
Un rumor sordo bajo el asfalto
Miembros pesados sobre una percusión primigenia.
Las calles, arterias que bullen seres amorfos.
Lomos encorvados sobre luces sin esplendor. Músicas confeccionadas para oídos sordos.
Caos. Eco undívago.
Quisieras beber un sorbo sin el signo cómico de lo que se te escapa.
Escupes.
El corazón te delata: esperas algo que no va a suceder.
Ruidos sin profundidad sobre las avenidas.
Un verso que asciende con el humo del cigarrillo.
Hollín que se posa sobre carne.
Un rio de gente por las calles, encorvadas al suelo.
Una persona observa un billete de lotería.
Se lo lleva el viento.
Suerte es encontrar una tumbadora entre el bullicio.
Suerte es que los espíritus contenidos bajo el asfalto se desborden y nos destruyan.
Labrar a mano una música que erosione al contacto con los poros
Cadencia.
GEOGRAFÍA DE ANTAÑO
Es la joven que vislumbro tras sus ojos limpios,
Solo mancillados por los surcos del tiempo.
Es la brisa veraniega que me traen sus labios;
La luz del ocaso la baña, plena,
Mientras me transporta a esos paisajes de una infancia hundida.
Ya no teje, ya no ama…
Pero en tardes como esta,
Mi abuela anciana tira de las pesadas redes del tiempo
Y me deleita con su exquisita memoria.
No sucumbió de su prosa lo dulce de la caña,
Madre de historias:
Aunque tu piel se torne uva pasa,
Ya has parido muchas leyendas.
Su gesto es yuca tosca,
Se ablanda con las mieles,
En esas dulces remembranzas,
Se diluye en las sales marinas de sus ojos,
Cuando recuerda como dejó ser, para siempre,
Las cenizas del hijo bienamado en el océano.
Hoy, observa el horizonte,
Que se extiende tras su ventana,
No va más lejos. Sus viajes se los guarda,
Habla de su única patria: el olvido.
OBSESIÓN MORTAL
El tiempo persiste:
Vagabundo que se hospeda
En la posada de mis pliegues;
Cazador furtivo en la maraña espesa.
El tiempo es ermitaño y guía:
En la infinita noche
Arropa con primitivas pieles,
Purifica al son del fuego.
Más en la mañana, cuando sopla el cierzo,
Aparta del pueril rostro el dulce gesto,
Se torna en huracán que descuelga las carnes,
Con un sopor silencioso.
Es Guerrero:
Arremete contra el gesto inmóvil y lo quebranta,
Arremete contra el hogar bienamado y lo reduce a cenizas.
Es Padre:
Lame con sus llamas las grutas volcánicas,
Dibuja en la corteza de los ancianos robles.
AUTOR
Carolina Vásquez
Poema* 1
Al cantar y ya
En la alcantarilla
el agua dibuja lo que no brilla.
Y ésta, cantando cual agua sencilla,
se escucha desde el fondo hasta la rejilla.
Alcantarilla.
Un agua que en la misma ella se estrella.
Y tarareando sonidos de botella
se escucha un cantar y ya
como pa' ella.
En la alcantarilla,
el agua no canta distinto de aquella agua bella
que también canta en la cascada.
En la alcantarilla,
los sonidos son de simple agua derramada
No importa lo hondo,
no importa lo largo,
el agua también canta allá
desde el fondo
de la alcantarilla.
Y aunque allí no se brilla como en la del lago,
ningún agua tiene ego.
Es siempre como agua sencilla
que fluye, cae, de-canta, se bulle y ya
El agua de alcantarilla debe llevar con ella
todo lo que no brilla.
Y ésta, cual agua sencilla,
se inclina hacia la caída.
Para desde allá
cantar y ya.
Cual aquella agua bella
que canta en la cascada.
Poema* 2
Necróptica
Neurótico
escribomaniaco
consumidor de cáncer.
Y, cuando es un miserable nihilista misántropo,
Ingiere depresión.
A-sume que no importa otro más
para hacerse menos,
y destruir lo poco que queda.
A fin de husmear entre escombros
el cimiento que funda-menta
la destrucción.
Y así, aún desentendido del sentido,
sentir.
La verdadera esencia
de una necropoesía
AUTOR
Camilo Ortíz